¿Puede una rama marginal de la matemática ser útil para pronosticar el futuro? Bruce Bueno de Mesquita ha creado un equipo de trabajo que, a lo largo de 25 años, ha utilizado la ciencia para hacer justamente eso. Ha hecho miles de trabajos para la CIA, las compañías Fortune 500 y el Departamento de Defensa de EE.UU. Su porcentaje de aciertos ronda el 90%, y sus predicciones involucran temas tan delicados como los conflictos en Medio Oriente, el terrorismo o las finanzas. Algunos sostienen que es el Nostradamus del Siglo XXI, y otros que no es más que un charlatán. ¿Quién tendrá razón?
Si uno tiene la oportunidad de escuchar a Bruce Bueno de Mesquita -y mucha gente lo hace- es muy posible que se convenza de que las matemáticas sirven para predecir el futuro. Este profesor, de aspecto sencillo y bonachón, ha puesto patas para arriba muchas de las creencias más arraigadas entre los científicos, como -por ejemplo- que el futuro no puede ser predicho. Bruce ha puesto a punto un modelo, basado en la Teoría de Juegos, que le permite determinar las probabilidades que tiene un determinado evento de convertirse en realidad. Su método, que posee sólidas bases científicas, nos recuerda a los cálculos efectuados por los Eternos en la novela de Isaac Asimov “El fin de la Eternidad” en sus Computaplex: a partir de un montón de datos actuales, utiliza los principios de la Teoría de Juegos para predecir el futuro. Y lo mejor de todo es que casi siempre funciona.
Bruce Bueno de Mesquita ha perfeccionado su método durante 25 años. Actualmente, puede predecir el resultado de casi cualquier conflicto internacional, siempre y cuando disponga de los datos necesarios. Algunos analistas encuentran sus predicciones alarmantemente específicas, y su “tasa de éxitos” ronda el 90%. Entre sus clientes se encuentran candidatos a la presidencia de los EE.UU., una buena cantidad de empresas Fortune 500, la CIA y hasta el Departamento de Defensa. Como suele ocurrir en estos casos, mientras que muchos creen (y pagan fortunas por) su trabajo, otros piensan que es un charlatán. Obviamente, Bueno de Mesquita defiende su trabajo. “He publicado un montón de predicciones en los últimos años”, dice. "Se trata de análisis claros sobre eventos que aún no habían sucedido cuando se publicó el documento, pero que ocurrieron en los plazos predichos”, se defiende cuando alguno de sus detractores aparece en escena. En realidad, las estadísticas parecen estar -absolutamente y sin lugar a dudas- a su favor: ha realizado una serie de más de 2000 predicciones sorprendentemente precisas sobre temas que van desde la amenaza terrorista a los Estados Unidos hasta el proceso de paz en Irlanda del Norte. Ningún charlatán de feria puede acercarse siquiera a un resultado como ese.
La Teoria de Juegos, la rama de la matemática sobre la que Bruce ha construido su empresa Mesquita & Roundell, no es un invento nuevo. Este mecanismo utiliza modelos para analizar las interacciones entre las partes involucradas y ayudar en los procesos de decisión. Permite elaborar estrategias óptimas y predecir el comportamiento del oponente, suponiendo que actúe con racionalidad y ajustándose a las reglas del juego. Si bien fue desarrollada como una herramienta para entender el comportamiento de la economía, se usa actualmente en campos tan diversos como a biología o la filosofía. Se formalizó a partir de los trabajos de John von Neumann y Oskar Morgenstern, antes y durante la Guerra Fría, debido a su aplicación en la estrategia militar, sobre todo a causa del concepto de Destrucción Mutua Garantizada (MAD). En las ultimas décadas ha atraído la atención de los investigadores en informática, aplicándose en la Inteligencia Artificial y cibernética. Para Bueno de Mesquita, “la teoría de juegos es la matemática que analiza cómo la gente se comporta de forma estratégica.”
En marzo de 2004, cuando Al Qaeda bombardeó la estación de tren de Madrid, muchos de los analistas de seguridad de los EE.UU. se pusieron muy nerviosos. Les preocupaba que Al Qaeda intentase algo similar en su país, en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre de 2004. El Pentágono contrató Bueno de Mesquita para que analice algunos datos mediante sus modelos de previsión y les de algunos consejos. Los resultados fueron inequívocos. "Nos dijo que no habría ningún ataque. También indicó que el segundo al mando de la organización terorista, Ayman al-Zawahiri, volvería a aparecer alrededor del día de Acción de Gracias de 2004,” dice un hombre del Pentágono. Justo después de las elecciones de noviembre, Zawahiri difundió un vídeo nuevo. Bueno de Mesquita tenía razón y acertó en ambos casos.
Luego de ver su trabajo, queda claro que este hombre no es un adivino loco que no sale de su oficina situada en un sótano oscuro. Bruce es el presidente del Departamento de Política de la Universidad de Nueva York, investigador senior de la Institución Hoover en Stanford, y autor de muchos libros de peso académico, el último de los cuales tiene como coautora a Condoleezza Rice. Su currículum vitae, que detalla un doctorado y diversos cargos académicos, tiene 17 páginas de largo. Sin embargo, por la naturaleza misma de su trabajo es un personaje tremendamente polémico. Su sistema de predicción matemática -que el prefiere llamar “elección racional”- está haciendo estragos en algunas de las más prestigiosas salas de aprendizaje de su país. A pesar de su gran complejidad matemática, su teoría de la elección racional está cambiando la forma en que se enseñan ciencias políticas y la forma en que están definidas.
Como es lógico, la CIA ha puesto a prueba de las más diversas maneras el análisis de Bruce. Para verificar la exactitud de su modelo y decidir si se podía confiar en sus predicciones, la Agencia de Inteligencia comparó los resultados de su modelo con el trabajo de sus analistas de inteligencia tradicionales. “Hemos probado el modelo Bueno de Mesquita en decenas de temas que se llevaron a cabo en tiempo real, es decir, las previsiones se hicieron momentos antes de que los acontecimientos tuviesen lugar”, dice Stanley Feder, un ex analista de la CIA de alto nivel. “Encontramos que el modelo es exacto en el 90 por ciento de los casos”, agrega. Otra evaluación de sus pronósticos involucró a 21 decisiones políticas de la Comunidad Europea, y concluyó que “el porcentaje de coincidencias con los resultados reales fue de un asombroso 97 por ciento.” Además, en general las previsiones de Bueno de Mesquita fueron mucho más detalladas que las de los analistas más tradicionales.
Otro punto a favor de Bruce es que él explica exactamente como hace su “magia”. Su sistema de predicción puede ser reproducido y comprobado, algo de lo que ningún brujo que base sus adivinaciones en la lectura de las entrañas sangrantes de algún ser vivo puede jactarse. Bueno de Mesquita ha acertado más de 2000 veces, y ha redactado una buena cantidad de proyecciones económicas y políticas para los próximos años, incluidos el desarrollo del plan nuclear de Irán y otras menudencias. Viendo sus logros, no es extraño que cada día más empresas paguen por sus servicios.
Fuente: http://www.neoteo.com/las-predicciones-de-bruce-bueno-de-mesquita.neo
Si uno tiene la oportunidad de escuchar a Bruce Bueno de Mesquita -y mucha gente lo hace- es muy posible que se convenza de que las matemáticas sirven para predecir el futuro. Este profesor, de aspecto sencillo y bonachón, ha puesto patas para arriba muchas de las creencias más arraigadas entre los científicos, como -por ejemplo- que el futuro no puede ser predicho. Bruce ha puesto a punto un modelo, basado en la Teoría de Juegos, que le permite determinar las probabilidades que tiene un determinado evento de convertirse en realidad. Su método, que posee sólidas bases científicas, nos recuerda a los cálculos efectuados por los Eternos en la novela de Isaac Asimov “El fin de la Eternidad” en sus Computaplex: a partir de un montón de datos actuales, utiliza los principios de la Teoría de Juegos para predecir el futuro. Y lo mejor de todo es que casi siempre funciona.
Bruce Bueno de Mesquita ha perfeccionado su método durante 25 años. Actualmente, puede predecir el resultado de casi cualquier conflicto internacional, siempre y cuando disponga de los datos necesarios. Algunos analistas encuentran sus predicciones alarmantemente específicas, y su “tasa de éxitos” ronda el 90%. Entre sus clientes se encuentran candidatos a la presidencia de los EE.UU., una buena cantidad de empresas Fortune 500, la CIA y hasta el Departamento de Defensa. Como suele ocurrir en estos casos, mientras que muchos creen (y pagan fortunas por) su trabajo, otros piensan que es un charlatán. Obviamente, Bueno de Mesquita defiende su trabajo. “He publicado un montón de predicciones en los últimos años”, dice. "Se trata de análisis claros sobre eventos que aún no habían sucedido cuando se publicó el documento, pero que ocurrieron en los plazos predichos”, se defiende cuando alguno de sus detractores aparece en escena. En realidad, las estadísticas parecen estar -absolutamente y sin lugar a dudas- a su favor: ha realizado una serie de más de 2000 predicciones sorprendentemente precisas sobre temas que van desde la amenaza terrorista a los Estados Unidos hasta el proceso de paz en Irlanda del Norte. Ningún charlatán de feria puede acercarse siquiera a un resultado como ese.
La Teoria de Juegos, la rama de la matemática sobre la que Bruce ha construido su empresa Mesquita & Roundell, no es un invento nuevo. Este mecanismo utiliza modelos para analizar las interacciones entre las partes involucradas y ayudar en los procesos de decisión. Permite elaborar estrategias óptimas y predecir el comportamiento del oponente, suponiendo que actúe con racionalidad y ajustándose a las reglas del juego. Si bien fue desarrollada como una herramienta para entender el comportamiento de la economía, se usa actualmente en campos tan diversos como a biología o la filosofía. Se formalizó a partir de los trabajos de John von Neumann y Oskar Morgenstern, antes y durante la Guerra Fría, debido a su aplicación en la estrategia militar, sobre todo a causa del concepto de Destrucción Mutua Garantizada (MAD). En las ultimas décadas ha atraído la atención de los investigadores en informática, aplicándose en la Inteligencia Artificial y cibernética. Para Bueno de Mesquita, “la teoría de juegos es la matemática que analiza cómo la gente se comporta de forma estratégica.”
En marzo de 2004, cuando Al Qaeda bombardeó la estación de tren de Madrid, muchos de los analistas de seguridad de los EE.UU. se pusieron muy nerviosos. Les preocupaba que Al Qaeda intentase algo similar en su país, en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre de 2004. El Pentágono contrató Bueno de Mesquita para que analice algunos datos mediante sus modelos de previsión y les de algunos consejos. Los resultados fueron inequívocos. "Nos dijo que no habría ningún ataque. También indicó que el segundo al mando de la organización terorista, Ayman al-Zawahiri, volvería a aparecer alrededor del día de Acción de Gracias de 2004,” dice un hombre del Pentágono. Justo después de las elecciones de noviembre, Zawahiri difundió un vídeo nuevo. Bueno de Mesquita tenía razón y acertó en ambos casos.
Luego de ver su trabajo, queda claro que este hombre no es un adivino loco que no sale de su oficina situada en un sótano oscuro. Bruce es el presidente del Departamento de Política de la Universidad de Nueva York, investigador senior de la Institución Hoover en Stanford, y autor de muchos libros de peso académico, el último de los cuales tiene como coautora a Condoleezza Rice. Su currículum vitae, que detalla un doctorado y diversos cargos académicos, tiene 17 páginas de largo. Sin embargo, por la naturaleza misma de su trabajo es un personaje tremendamente polémico. Su sistema de predicción matemática -que el prefiere llamar “elección racional”- está haciendo estragos en algunas de las más prestigiosas salas de aprendizaje de su país. A pesar de su gran complejidad matemática, su teoría de la elección racional está cambiando la forma en que se enseñan ciencias políticas y la forma en que están definidas.
Como es lógico, la CIA ha puesto a prueba de las más diversas maneras el análisis de Bruce. Para verificar la exactitud de su modelo y decidir si se podía confiar en sus predicciones, la Agencia de Inteligencia comparó los resultados de su modelo con el trabajo de sus analistas de inteligencia tradicionales. “Hemos probado el modelo Bueno de Mesquita en decenas de temas que se llevaron a cabo en tiempo real, es decir, las previsiones se hicieron momentos antes de que los acontecimientos tuviesen lugar”, dice Stanley Feder, un ex analista de la CIA de alto nivel. “Encontramos que el modelo es exacto en el 90 por ciento de los casos”, agrega. Otra evaluación de sus pronósticos involucró a 21 decisiones políticas de la Comunidad Europea, y concluyó que “el porcentaje de coincidencias con los resultados reales fue de un asombroso 97 por ciento.” Además, en general las previsiones de Bueno de Mesquita fueron mucho más detalladas que las de los analistas más tradicionales.
Otro punto a favor de Bruce es que él explica exactamente como hace su “magia”. Su sistema de predicción puede ser reproducido y comprobado, algo de lo que ningún brujo que base sus adivinaciones en la lectura de las entrañas sangrantes de algún ser vivo puede jactarse. Bueno de Mesquita ha acertado más de 2000 veces, y ha redactado una buena cantidad de proyecciones económicas y políticas para los próximos años, incluidos el desarrollo del plan nuclear de Irán y otras menudencias. Viendo sus logros, no es extraño que cada día más empresas paguen por sus servicios.
Fuente: http://www.neoteo.com/las-predicciones-de-bruce-bueno-de-mesquita.neo
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