Quedaron atrapados por un derrumbe hace 18 días. A través de una sonda,
enviaron un mensaje en el que decían que estaban bien. Les pasarán
comida y agua. El rescate puede llevar incluso 4 meses.
“¡Negro, negro, están todos vivos!” Fueron cinco hombres que bajaron
corriendo del cerro los primeros en dar la noticia, a los gritos. Poco
después, el presidente chileno Sebastián Piñera confirmaba el milagro:
los 33 mineros atrapados desde hace 18 días en una mina en el norte del
país estaban con vida.
Cuando ya casi no quedaban esperanzas de
rescatarlos, un papel con un mensaje en letras rojas, enviado a través
de una sonda que logró llegar a 688 metros de profundidad, produjo un
estallido de júbilo en todo país: “ Estamos bien en el refugio los 33” ,
escribieron.
Los familiares de los mineros se abrazaban en medio
de un llanto que ya no era de angustia sino de alegría, y en Santiago
los automovilistas festejaban con bocinazos. Pero el final feliz todavía
está lejos: según afirmaron las autoridades, llevará hasta cuatro meses
sacar a los mineros de allí , advirtieron oficialmente.
El
presidente Piñera confirmó la noticia, a primera hora de la tarde, desde
la entrada de la mina, cerca de la ciudad de Copiapó, unos 800 km al
norte de Santiago. “Esto salió de las entrañas de la tierra”, dijo
mientras mostraba el papel que los mineros enviaron a la superficie a
través de la sonda que logró alcanzar a las 6 de la mañana el refugio de
emergencia, donde se presumía habían escapado tras el derrumbe del 5 de
agosto que bloqueó el yacimiento de oro y cobre.
Allí tenían
oxígeno, agua y alimentos, aunque se suponía que no alcanzaría para más
de dos o tres días. Por eso se diluían las esperanzas de encontrarlos
con vida.
“Es el mensaje de nuestros mineros que nos dicen que
están vivos, que están unidos”, agregó Piñera, quien voló desde la
capital apenas supo de la noticia.
El primer indicio de que
podrían estar vivos fueron unos golpecitos que sintieron los rescatistas
en la sonda que logró llegar hasta donde estaban. Era una de las ocho
perforadoras que operaban hacia el interior de la mina San José en busca
del refugio de emergencia. Tras retirar las piezas del aparato durante
varias horas se encontraron los mensajes. El ministro de Minería,
Laurence Golborne, explicó: “Primero venía amarrada una bolsa plástica
con tiras de goma con una carta de Mario Gómez (uno de los mineros
atrapados) a su mujer. Ahí celebramos, no sabíamos nada más; pero luego
venía el mensaje donde se señala que los 33 están vivos”.
Los
mineros usaron vehículos en el interior del yacimiento para tener luz, y
una retroexcavadora con el fin de diseñar una canaleta para recoger
agua, según contó en la carta a su esposa el minero Gómez, de 63 años,
el de mayor experiencia entre los hombres atrapados.
Las próximas
24 horas serán cruciales para saber qué alternativa garantiza que todos
los mineros puedan salir vivos y que no haya otro derrumbe. Varias
autoridades afirmaron a Clarín que no se trabajará en una sola vía de
rescate.
Mientras, comenzó el operativo de supervivencia . El
ingeniero André Sougarret, a cargo de las operaciones, explicó que se
entubaría el hoyo por donde se introdujo la sonda, para comenzar a
enviar las provisiones. “Primero será glucosa y luego otro tipo de
alimentos”, precisó. Además de agua y medicamentos les enviarán videos
para que los mineros puedan ver a sus familiares, pues en esta fase será
central el soporte psicológico.
Por ahora, el mayor riesgo es que
colapse el pequeño espacio por el que se espera asegurar la línea
directa de contacto con los hombres atrapados, y por donde se les empezó
a enviar, anoche mismo, el primer gel con proteínas, según el plan
establecido.
Según Sougarret, el operativo de rescate podría durar
“120 días” . Para ello se utilizará una máquina de mayor potencia que
hoy mismo llegará desde la mina Andina a la de San José, y que
permitiría perforar en dirección a la galería “una chimenea de 66 cm de
diámetro”. A través de ese conducto deberían salir los mineros.
La
alegría se apoderó del lugar enclavado entre cerros del desierto de
Atacama, donde los familiares de los mineros hacían vigilia desde el día
del derrumbe. Poco después, Piñera, algunos funcionarios y los
familiares subieron a un cerro cercano donde se colocaron 33 banderas y
entonaron el himno nacional, bajo un sol abrasador.
Más tarde, los
socorristas introdujeron una cámara en la mina y tomaron imágenes de
los trabajadores . El video trajo un rostro que nadie olvidará. “Yo los
pude ver con mis propios ojos hace cinco minutos, a través de las
cámaras de video”, contó Piñera.
Los trabajadores tenían “los
torsos desnudos, porque debe hacer calor, con ánimo, con fuerza. Muchos
de ellos se acercaron a la cámara con sus rostros y las ponían como los
niños”, agregó.
Cuando la euforia aún no se extingue, en Copiapó
anoche se preparaban las baterías para acelerar a partir de hoy las
investigaciones judiciales para determinar las responsabilidades por un
accidente que no debió jamás ocurrir, y que sólo por un milagro permite
que los mineros estén con vida.
Los chilenos coinciden que “nunca
más” puede ocurrir algo así, como dijo el ministro Golborne, que se ha
convertido en la autoridad más respetada desde el 5 de agosto. Es el que
impulsa que se deberán revisar las leyes vigentes de minería, el sector
con las mayores ganancias en el país, muy por encima de todas las
empresas de otros rubros.
Para los próximos 5 años se esperan
inversiones por más de 50 mil millones de dólares, según cifras
oficiales de Cochilco. Para muchos, son precisamente los bajos salarios y
las casi nulas condiciones de seguridad con que trabajan los mineros
las que permiten esas ganancias excesivas.
Fuente: http://www.clarin.com/mundo/america_latina/vivos-mineros-atrapados-metros_0_322167818.html


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