En 1946 Dalí conoció a Walt Disney. El encuentro de estos dos
genios dio lugar a una de las más extrañas colaboraciones artísticas: el
surrealista amante del escándalo trabajando durante ocho meses con el
creador de Mickey Mouse.
El resultado fue 'Destino', un corto de
animación que quedó inacabado ya que Disney, alegando problemas
financieros, abandonó el proyecto.
Durante 57 años 'Destino' fue
considerada una película perdida. Con solo 20 segundos rescatados de
los "sotanos" de la Disney y partiendo de los bocetos e instrucciones
que había dejado Dalí, en 2003 , Roy E. Disney retomo y finalizo el
proyecto de su tio.
El resultado no puede ser más genial y
extravagante: el mágico mundo de Disney protagonizado por paisajes
sombríos, espacios desérticos, hormigas, relojes blandos y estatuas
colosales.
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